Esta receta me la facilitó mi prima Cristina, que a su vez la aprendió de su madre, mi tía Victoria, una cocinera extraordinaria.
Ingrediente
- Una calabaza de cidra
- Azúcar
- Un palito de canela en rama
- Cáscara de limón
Elaboración
- Lavamos muy bien la calabaza.
- La cortamos en trozos grandes.
- La colocamos en la olla a presión con un poco de agua fría y la cocemos hasta que la pulpa se desprende fácilmente de la cáscara (quince minutos aproximadamente). La dejamos templar un poquito. Reservamos parte del agua de la cocción.
- Quitamos las semillas y con ayuda de un tenedor, separamos los hilos de la calabaza y los colocamos en un recipiente cubiertos de agua fría durante doce horas.
- Los sacamos y escurrimos durante dos horas.
- Pesamos la pulpa y la ponemos en una cazuela con la misma cantidad de azúcar, un palito de canela, la cáscara de un limón y un vaso del líquido de cocer la calabaza.
- Lo cocemos todo, dando vueltas con una cuchara, hasta que comience a tomar color. Lo separamos del fuego y lo dejamos enfriar hasta el día siguiente.
- Lo hervimos nuevamente durante diez minutos y lo enfriamos. Hacemos lo mismo, dos o tres días más, hasta que el dulce adquiere color dorado.
- Para conservarlo, lo dividimos en porciones de 250 gramos, lo introducimos en bolsitas de plástico y lo congelamos.
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