Es una crema de tomate fría que descubrí durante mis vacaciones en Andalucía.
Servida como primer plato resulta contundente, nutritiva,
económica y algo muy importante, refrescante para los días calurosos de verano.
El secreto de su éxito radica en la calidad de los
ingredientes. En Cádiz, los tomates de Conil, y en Extremadura los de Miajadas
lo hacen delicioso. Con un buen aceite virgen extra, la combinación perfecta.
¡El pan, de mi pueblo, de miga apretada y blanco!
Mi vecina Manolita, andaluza de Sevilla, lo acompaña con
rodajas o gajos de naranja cortados muy finitos y un chorrito de aceite. He comprobado
que le da un toque dulce sorprendente.
Ingredientes
- Un Kilogramoo de tomates muy rojos y maduros
- 100 gramos de miga de pan
- 2 dientes de ajo
- Un chorrito de vinagre
- Sal
- 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra
Guarnición
- 2 huevos duros
- 100 gramos de jamón serrano
Decoración
- Una naranja
Elaboración
- Cocemos los huevos y los picamos en trocitos muy pequeños. Reservamos.
- Cortamos el jamón en taquitos (mini). Reservamos.
- Pelamos la naranja al vivo (sin pieles) y las cortamos en gajos o rodajas finas.
- En un recipiente hondo colocamos los tomates cortados en trozos, el pan humedecido previamente en agua, el ajo, la sal y el vinagre.
- Utilizando la batidora, trituramos hasta conseguir una crema muy fina.
- Sin dejar de batir dejamos caer el aceite poco a poco hasta su total incorporación.
- Lo pasamos por el chino.
- Colocamos el salmorejo en una fuente honda, y lo introducimos en la nevera.
- En el momento de servirlo lo adornamos con la naranja y un chorrito de aceite.
- A la hora de consumirlo le añadimos la guarnición de jamón y huevo cocido a gusto de los comensales.
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