Deliciosa en cualquier época del año e insuperable en verano, cuando los tomates de
Miajadas están en plena temporada.
El pan, de mi pueblo, blanco y compacto
Ingredientes
- Un Kilogramo de tomates maduros (mejor de Miajadas)
- Un pimiento rojo, verde o mitad de cada uno
- 200 gramos de pan del día anterior cortado en láminas finas (“migado” en mi pueblo)
- 2 dientes de ajo
- Una rama de perejil
- Una cucharadita de pimentón (preferible de La Vera)
- Aceite
- sal
Elaboración
- “Migamos” el pan muy fino y lo colocamos en una cazuela. Reservamos.
- Cortamos los pimientos en tiras y en una sartén grande, con el fondo cubierto de aceite, los freímos.
- Picamos los tomates en trozos pequeños y los añadimos a los pimientos. Seguimos friendo todo, a fuego lento, durante quince o veinte minutos. Agregamos la cucharadita de pimentón y revolvemos todo un poco.
- Machamos los dos dientes de ajo, el perejil y un poquito de sal. Llenamos el mortero de agua e incorporamos el majado a la sartén. Cocemos cinco o seis minutos.
- Añadimos el agua necesaria para cubrir la sopa, sazonamos de sal y seguimos cociendo un poquito.
- Separamos unas tiras de pimientos para adornar y las reservamos
- Utilizando un colador, o pasador, echamos el preparado sobre el pan (“calamos”) y lo apretamos bien para que salga todo el jugo de los tomates y pimientos.
- Adornamos con las tiras de pimientos reservadas y la dejamos reposar unos minutos antes de degustarla, fría o caliente.
NOTA
Algunas personas añaden un poquito de
cebolla, orégano…
Se hacen más o menos espesas en función del gusto de los comensales.
Como siempre, sigo los consejos de mis
tías y mi madre que las hacen así de sencillas.
Se comen acompañadas de higos o uvas.
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