Esta receta me la ha facilitado mi compañera y amiga Mari
Paz. Es muy sencilla, fresquita y apropiada para tomar después de una comida
copiosa.
Mari Paz la adorna con compota de manzana o caramelo. Por
cambiar un poquito lo hice con jalea de fresas y el resultado también ha sido
estupendo.
- Una lata de piña grande
- Un sobre de gelatina de limón
- 200 mililitros de nata líquida
- Jalea de fresas para la decoración
Elaboración
- Separamos la piña de su jugo y lo colocamos en un cazo.
- Calentamos el jugo y cuando hierve incorporamos la gelatina.
- Revolvemos bien hasta que se disuelve y dejamos enfriar.
- Con la batidora, trituramos la piña hasta obtener un puré fino y sin hebras. Añadimos la nata y seguimos batiendo hasta mezclar bien ambos ingredientes.
- Unimos el preparado anterior con el jugo y la gelatina, lo vertemos en un molde y lo introducimos en el frigorífico hasta que cuaje (24 horas).
- Desmoldamos la tarta y la adornamos con la jalea de fresas.
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