Las comemos siempre que vamos a su casa. Ella, las borda.
Las hace suaves y tiernas, ¡deliciosas!
Con su receta y la ayuda de mi prima
Paquita, casi, he conseguido igualarlas
Ingredientes
- 3 huevos
- 75 mililitros de aceite de oliva virgen
- 12 cucharadas de azúcar
- Un sobre de levadura en polvo
- Cáscaras de naranja y limón
- Ralladura de limón
- Harina (la necesaria hasta obtener una masa blandita, moldeable con las manos untadas de aceite)
- Aceite de girasol para freírlas.
Elaboración
- En una sartén aromatizamos los 75 mililitros de aceite de oliva, con la cáscaras de naranja y limón (sin la parte blanca), friéndolas a baja temperatura durante varios minutos. La dejamos enfriar.
- Ponemos en un bol las claras y las batimos montándolas bien. Añadimos las yemas y seguimos batiendo.
- Agregamos la ralladura de limón, el azúcar y el aceite. Lo introducimos todo completamente.
- Disolvemos la levadura en un poquito de leche y la añadimos a la preparación anterior, uniéndolo todo.
- Añadimos poco a poco la harina necesaria hasta conseguir una masa blandita y moldeable con las manos muy untadas de aceite.
- En una sartén ponemos bastante aceite y la aromatizamos a fuego suave con cáscaras de naranja y limón (sin la parte blanca).
- Con las manos hacemos bolitas de masa, y con el dedo pulgar, untado de aceite, abrimos un agujero en el medio. Las introducimos en la sartén, a temperatura media, y las freímos hasta que están doradas.
- Las sacamos y las ponemos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa. Las dejamos enfriar.
- En un recipiente ponemos azúcar mezclada con una cucharadita de harina. En la mezcla rebozamos las rosquillas.
¡Listas para degustar!
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